lunes, 5 de marzo de 2012

Archivo Silent Hill 3: "Cuaderno de papá"

Aleatorio a leer; es un libro que Douglas te entrega al momento de salir de la ciudad. Puedes revisarlo con mirar en el menú, en la parte de objetos, después de llegar a Silent Hill en la hostería de Jack  (Jacks Inn).



Espero que esto nunca sea de utilidad; 
tal vez sea mejor si nunca lo sabes.
Más que cualquier otra cosa, 
temo la posibilidad de que te vayas, lejos de mí.

Pero a veces tenemos que decir la verdad.
Por eso escribo esto, 
antes de perderme en la muerte y el olvido.

¿Qué pasó entonces?

Eso tiene algo que ver con
quién eres tú.

Todo empezó hace 24 años. Al regresar de unas vacaciones, mi
mujer y yo encontramos un bebé junto a la cuneta de la autopista.
Como no teníamos hijos, le agradecimos a Dios haber
encontrado a este bebé... ésta niña.
Y la llevamos a casa.

3 años después, mi mujer murió,
y otro 4 años más tarde
---hace 17años--- llegué a Silent Hill.
Cedí a los ruegos de la niña y me la llevé conmigo, sin saber por qué
quería que fuésemos allí.

Y fue allí donde la niña se marchó.
No es que se fuese a ninguna parte,
ni que muriese. "regresó a su yo original"... eso dijo Dahlia Gillespie.

"Yo original"... Esa fue la joven quemada
por su madre como sacrificio a Dios... Alessa Gillespie.

La mitad de su alma escapó entre las llamas
y fue a habitar en un bebé... en esa niña mia. Nuestra.

Pasaron 7 años antes de que esa medio niña volviese a Silent Hill
completarse de nuevo a Alessa, que reforzada, juró matar a Dios.

Dios, un feto acurrucado en el útero de esta niña propiciatoria,
fue invocado mediante los ritos usuales.
Éste era el deseo de Alessa, al margen del resultado--- incluso si su
propia existencia estaba en peligro.

Pero el deseo no le fue concedido.
Mi interrupción supuso que rogase por el regreso de la niña.
Yo solo no podía traerla de vuelta.

Dahlia lo hizo... yo sólo ayudé en la ceremonia del nacimiento,
para sacar a Dios de Alessa.

El recién nacido Dios gimió una vez y estaba muerto.
Todo por la resistencia consciente
de esa niña--- y seguramente Alessa.

Esto no es el final.
Después de que Dios desapareciese en un resplandor de luz,
Alessa 
volvió a aparecer y me dio un bebé.
Se parecía mucho a aquella niña de hace tanto tiempo.

Y entonces Alessa murió.
No había nada que hubiera podido hacer para ayudar.
Simplemente abracé al bebé contra mi pecho y escapé.

Todo me parecía un sueño, pero tenía pruebas de que no lo era.
La niña no aparecía por ninguna parte y en mis brazos... el bebé.

Ahora han pasado 17 años.
Parece que fue ayer, y también que fue hace un millón de años.

Confieso que tuve dudas al principio con respecto a criar a aquel bebé.
¿Podía amarla?
Su existencia era totalmente inexplicable.

Pensé, "ella puede ser aquella joven que se llevó a mi querida hija." 

Eso me llevó a la tristeza, a la ira...
Hubo momentos en que puse mis manos alrededor de su pequeño cuello.
Incluso pensé en abandonarla 
varias veces.Así de terrible soy.

Pero al final decidí criarla.
Algo me impedía dejarla ir.
Cuando ella... cuando tú me miras, sonríes...

Incluso ahora, no puedo olvidar a aquella niña.
Pero te amo. No tengo la menor duda de ello.
Eso es lo único que te pido que creas.

A mi preciosa hija...
Harry Mason


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